Cultura Tecnológica
El desarrollo tecnológico es un proceso complejo, que implica algo más que la
aceptación manifiestos de los adelantos materiales y técnicos. Es también un
proceso cultural, social y psicológico, al cual corresponden cambios de las
actitudes, pensamientos, valores, creencias y comportamientos humanos que
afectan el cambio técnico. Estos cambios que no tienen carácter físico, son más
delicados, aun y cuando con frecuencia sean ignorados o menospreciados por las
políticas de transferencia de tecnología. Sin embargo el efecto que con el
tiempo estas llegando a producir se verifica por lo que influyen en otros
aspectos culturales, y por el grado de alteración que pueden producir en el
contexto en el cual se proyectan.
La
pregunta por la dimensión cultural y tecnológica abre una pista importante de
reflexión. Esta interrogante es posible porque la tecnología forma parte de la
cultura de ser humano. De ahí que no sea una pregunta solo académica, sino que
se trata de un asunto de fondo, en cierto sentido ineludible, si se aspira a
comprender lo que es y lo que puede aportar de bueno o lo que puede generar de
perjudicial la tecnología.
Pero
algo verdadero y que no se puede negar es esta frase que pronuncia ante
representantes de la UNESCO al papa Juan Pablo II:"El hombre crece y se
desarrolla siempre en una cultura". Se puede decir que la cultura es algo específico
del ser humano.
Por
cultura tecnológica entendemos un amplio aspecto que abarca teoría y practica,
conocimientos y habilidades, por un lado conocimientos relacionados con el
espacio construido en el que desarrollamos nuestras actividades y con los
objetos que forman parte del mismo; y por otro lado las habilidades, el saber
hacer, la actitud positiva que nos posibilite no ser espectadores pasivos en
este mundo tecnológico en el que vivimos.
en
resumen, la cultura tecnológica brinda una visión integrada de todas las
modalidades de la conducta humana, superando la tradicional dicotomía de lo
manual y lo intelectual, postula una concepción del hombre como una unidad que
se compromete con todas las potencialidades, en todos y cada uno de sus actos
los conocimientos y habilidades que nos permitan una apropiación del medio en
que vivimos como una garantía para evitar caer en la dependencia de
comportamientos compartidos por los miembros del grupo en los procesos de
interacción y comunicación en los que se involucran sistemas tecnológicos,
pero, además la cultura tecnológica es un componente esencial de la cultura sin
más, y constituye un factor esencial para el desarrollo tecnológico de un país.
Y
por ello se puede determinar que una sociedad con vasta cultura tecnológica y
en la que predominen las actitudes positivas hacia la técnica estará mejor
preparada para incorporar y producir innovaciones tecnológicas y para extraer
de ellas el máximo rendimiento.
La
cultura tecnológica de un grupo social es el conjunto de representaciones,
valores y pautas
•
Una cultura se manifiesta a través del conocimiento acumulado históricamente en
las diferentes Áreas del saber, en las expresiones artísticas, en los medios de
comunicación audiovisual.
• En
una sociedad se distingue la cultura dominante de otras marginales. Que la
cultura dominante, en forma lenta, constante y progresiva, se va constituyendo
sobre las bases de la ideología hegemónica de los poderes de esa sociedad. Y,
finalmente, Que los recursos tecnológicos así como los distintos sistemas
simbólicos de representación soportados en ellos, son utilizados en las
diversas culturas y se les asigna unos roles de acuerdo con los intereses de
cada una de ellas. Una, la dominante, para perpetuar Hegemonías, otras las
marginales, para señalar el desajuste social y desigualdades que Posiblemente
se pueden producir, para expresar sus ideas y teorías, intentando probar la
legitimidad y su superioridad respecto a las mismas y respecto a otros.
Cultura
incorporada a un sistema técnico y la cultura no incorporada. La cultura
tecnológica incorporada a un sistema técnico está formada por el conjunto de
creencias o conocimientos, hábitos y valores que los operadores de un sistema
técnico necesitan tener para que éste funcione de forma adecuada. La cultura
tecnológica de un grupo social (un país, una empresa, etcétera) en sentido
estricto o restringido se puede definir como el conjunto de todos los rasgos
culturales incorporados a los sistemas técnicos de que dispone: incluye por lo
tanto el nivel de formación y entrenamiento de sus miembros en el uso o diseño
de esas tecnologías, pero también la asimilación de los objetivos de esas
tecnologías como valores deseables, etc.
La
cultura tecnológica no incorporada a sistemas técnicos está formada por el
conjunto de rasgos culturales que se refieren o se relacionan con la
tecnología, pero que no están incorporados a sistemas técnicos concretos, bien
sea porque no son compatibles con las tecnologías disponibles, o porque no son
necesarios para ellas. Cultura tecnológica con tres razonamientos:
• La
cultura tecnológica constituye una parte importante de la cultura compartida
por cualquier grupo humano en las sociedades avanzadas de nuestro tiempo.
• El
que en estos grupos compartan una adecuada cultura tecnológica es un factor
importante para el bienestar del grupo.
•
Como consecuencia de lo anterior, el substrato homogéneo común que debemos
plantearnos como objetivo del proceso educativo en estas sociedades avanzadas
es, precisamente, el conseguir una adecuada cultura tecnológica. Sin embargo,
estos cambios deben ser comprendidos desde una perspectiva histórica, para que
se pueda llegar a interpelar, de manera radical, la generalización de las
culturas en la época de la sociedad del conocimiento. Bajo este contexto se
insiste en la importancia de acercarse a entender los desencuentros entre las
generaciones que traen no sólo un problema de uso, apropiación o incorporación
de tecnologías en la institución educativa, sino la posibilidad de recoger de
manera fuerte las tradiciones pedagógicas del pensamiento de diferentes
educadores y tecnólogos. Esto quiere decir, que el impacto de la tecnología en
la sociedad da origen a diferentes culturas, se puede decir que se dio la
cultura del libro, con la aparición de la imprenta, más tarde aparece la
cultura de las masas ante el surgimiento de la radio y la televisión, ahora
estamos frente a la cultura de Internet, que remite a la famosa sociedad del
conocimiento.
Marco
Raúl Mejía J., estudia a la tecnología como un hecho cultural desde cinco
dimensiones las cuales las representamos en este esquema a partir de la
interpretación gráfica que hacemos de su conferencia presentada en Lima, Perú,
en el XXXI Congreso Internacional sobre Educación Popular, Comunidad y
Desarrollo Sustentable, celebrado del 29 de Octubre al 1 de Noviembre, 2000
bajo el título de la tecnología, las culturas tecnológicas y la educación
popular en tiempos de globalización. Entre el Pensamiento Único y la Nueva
Crítica.
De
esta manera Mejía J. (2000) marca los campos en donde mayor impacto tiene el
avance de la tecnología y donde se construyen esas culturas tecnológicas. Todo
esto redunda en una cultura tecnológica, estudiada por diferentes disciplinas
entre ellas la filosofía de donde surgen los críticos culturales de la
tecnología, por lo que a continuación, se hace referencia al pensamiento de los
siguientes estudiosos:
La
filosofía de la tecnología surge después que la filosofía de la ciencia, dice
Medina. A grandes rasgos se distinguen dos enfoques opuestos: el de la
tradición analítica y el de la crítica humanística. Del primero es digno
representante Mario Bunge, centrado en el estudio de la racionalidad y del
método de la tecnología, que se hacen derivar de la racionalidad científica.
Bunge (1983) dice: “la tecnología no es sino ciencia aplicada, y plasmación
material de la forma de conocimiento y actuación más racional que existe”. En
cambio, buena parte de la filosofía humanista de la tecnología, influida por
autores como Lewis Mumford o Jacques Ellul, realiza una pregunta por la
dimensión cultural tecnológica abre una pista importante de reflexión. Esta
interrogante es posible porque la tecnología forma parte de la cultura del ser
humano. De ahí que no sea una pregunta sólo académica, sino que se trata de un
asunto de fondo, en cierto sentido ineludible, si se aspira a comprender lo que
es y lo que puede aportar de bueno o lo que puede generar de perjudicial la
tecnología.
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